07/10/2025
Juegos para no olvidar: ¿Cómo trabajar la estimulación cognitiva en la vejez?
En el Mes del Adulto Mayor, recuperar el hábito del juego puede ser una de las mejores formas de cuidar la memoria y la autonomía. La Dra. Claudia Avaria, geriatra de nuestro Hospital, llama no solo a mover el cuerpo, sino que también la mente y hacerlo en buena compañía. Entre el ajedrez, dominó, cartas y crucigramas, hay más que entretención: cuando se juega acompañado, cada desafío puede ser un pequeño acto de prevención contra el deterioro cognitivo.
En muchos hogares la escena se repite: una persona mayor frente al televisor, durmiendo o siguiendo una rutina sin mucha variación; sin embargo, la experiencia médica es clara: la mente, al igual que el cuerpo, necesita moverse. En Chile cada vez son más las personas que superan los 65 años. Según el Censo 2024, este grupo ya alcanza al 14% de la población. Mantener la autonomía de estas personas depende en gran parte de conservar sus funciones cognitivas activas. “La estimulación cognitiva se trabaja a través de actividades que pongan en marcha la atención, el razonamiento y la memoria. No se trata solo del juego en sí, sino de lo que hacemos dentro del juego”, explica la geriatra Dra. Claudia Avaria.
Por eso, los juegos que combinan razonamiento y participación social son la mejor opción. Entre ellos el dominó, las cartas y el ajedrez encabezan la lista, ya que no sólo estimulan la mente, sino que fortalecen la interacción. “Cuando una persona se ríe con otro, lo desafía o conversa mientras juega, también está ejercitando la cognición social, que es fundamental para una buena salud mental. Las habilidades comunicacionales estimulan más de una zona del cerebro, por lo que son la clave de la prevención”, comenta la especialista.
En un segundo grupo se encuentran los juegos más individuales. Por ejemplo: el sudoku, crucigramas y sopas de letras, que, si bien entrenan la concentración, la lógica y el lenguaje, se realizan en solitario, quedando al debe con la estimulación que realiza la interacción. Estos juegos son ideales para quienes disfrutan de los momentos de calma, pero aún requieren mantener la mente activa, siempre y cuando se realicen de forma manual y no a través de aplicaciones para computador o celular.
“En el fondo, el aislamiento social y la soledad favorecen los síntomas depresivos y, por ese lado, también hay una merma cognitiva que puede favorecer los trastornos de memoria a largo plazo de la función cognitiva. Estos juegos, más en solitario, estimulan el lenguaje y la lógica porque en el fondo implican buscar la concentración para encontrar la solución al juego, sin embargo, al no estimular la participación social, te dejan un lado importante al descubierto. Entonces, sirven más como ejercicios o entrenamientos cerebrales que como una forma realmente preventiva”, señala la geriatra.
Más abajo en la lista se encuentran los juegos con un sólo propósito, como las cartas de memoria, útiles, aunque más acotados en las áreas que estimulan, pues sólo se centran en trabajar una única habilidad. “El adulto mayor necesita de la variedad, trabajar todas las áreas que pueda para mantenerse autónomo. Si yo no estimuló mi cerebro, no hago actividades de distintas funciones ejecutivas, lógicamente voy a tener un mayor riesgo de tener problemas cognitivos a corto plazo.”
Por eso, la receta no termina ahí. Así como debemos mantener nuestra mente activa, la Dra. Avaria recuerda que el bienestar cognitivo también depende de mover el cuerpo. “Caminar, bailar o incluso sacar a pasear a la mascota ayudan a mejorar la circulación cerebral y el estado de ánimo. Todo eso repercute directamente en la salud del cerebro. El peor enemigo es la pasividad. Si la televisión se convierte en la única interacción del día, el cerebro deja de recibir estímulos. Aquí todo es una máquina. Es como una batería que se descarga, si nunca se enciende el auto, aunque todas las piezas de este funcionen.”
Por eso, la doctora insiste en mirar el envejecimiento con otra lógica: no desde la limitación, sino desde la autonomía. “Hay que promover que las personas mayores sigan haciendo cosas por sí mismas. Si deben hacerlo sentados o con ayuda técnica, da lo mismo, lo importante es que lo hagan. La clave es mantenerlos activos, física y mentalmente.”
Finalmente, la Dra. Avaria hace hincapié en que no hay una receta mágica para prevenir el deterioro cognitivo, ya que muchas veces tiene que ver con factores genéticos y/o ambientales, sin embargo, realizar ejercicios que mantengan la mente activa va a ayudar a retrasar o tener un menor riesgo de desarrollar estas patologías. “En cada pasatiempo hay un acto de autocuidado. Si bien la visita al médico no puede ser reemplazada por un juego, una mente activa tiene una gran parte del camino ganado.”
Por: Rocío Cortez
Edición General: Fernanda Farfán
Comunicaciones Corporativas HCUCH