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14/08/2025
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Los lácteos: ¿aliados o perjudiciales para nuestro organismo?

La leche es el primer alimento del ser humano. La recibimos en nuestros primeros años de vida a través de la lactancia materna y, más adelante, la incorporamos mediante sus derivados, como yogur, quesos y otros productos. Para algunas personas su consumo no genera inconvenientes, pero a otras les provoca molestias digestivas importantes. Es ahí donde surge la pregunta de si los lácteos son buenos o malos.

Para responder esta interrogante frecuente, la Dra. Ana Claudia Villarroel, diabetóloga y nutrióloga del Hospital Clínico Universidad de Chile, explica que la leche es el único alimento que, por sí solo puede aportar la cantidad de calcio necesaria para mantener una buena salud ósea y prevenir enfermedades a futuro, tales como la osteoporosis.

“Los lácteos son los alimentos que contienen la cantidad necesaria de calcio para cumplir con los requerimientos diarios sin necesidad de suplementar de forma externa. Luego, podemos analizar qué ocurre con los demás componentes de la leche. Habrá personas que los toleren bien y otras que no, y de eso dependerá su consumo”.

En Chile, la intolerancia a la lactosa es muy prevalente, con cifras que estiman que más del 50% de la población adulta padece esta condición. Es por ello que la especialista subraya que no todos pueden consumir lácteos sin problemas y que queda en cada persona decidir si es bueno o malo.

“Por ejemplo, alguien con alergia a la proteína de la leche puede sufrir una reacción anafiláctica grave, incluso mortal, sin importar el calcio que aporta el alimento. Por otro lado, las personas con intolerancia a la lactosa, condición muy prevalente en nuestro país debido a factores genéticos, sufrirán molestias como hinchazón y diarrea al consumir lácteos. Creo que esta diversidad de respuestas muestra que siempre depende de la individualidad de cada persona”, detalló.

Aunque existen otras fuentes de calcio como el brócoli o las almendras, su aporte es mucho menor y difícil de cubrir en la práctica. Por eso, cuando una persona no consume lácteos, ya sea por decisión personal o por indicación médica, se recomienda suplementar calcio y vitamina D. Esta última es esencial para que el mineral se fije en los huesos.

En cuanto al tipo de lácteos, la recomendación general es optar por versiones descremadas para reducir la ingesta de grasas saturadas, especialmente en quienes buscan controlar su peso. Asimismo, existen alternativas como quesillos bajos en grasa que mantienen un buen aporte proteico y de calcio, y sin los carbohidratos ni la grasa de la leche entera.

“En el hipotético caso de que una persona no tenga ninguna intolerancia ni problema digestivo, desde el punto de vista nutricional, no veo inconveniente en que consuma lácteos descremados. Estos le aportan principalmente proteínas y el calcio de la leche, además de ser alimentos bajos en carbohidratos”, explicó la Dra. Villarroel.

¿Y las bebidas vegetales?

Las bebidas vegetales pueden ser una opción para quienes no toleran los lácteos o para quienes prefieren no consumir alimentos de origen animal; sin embargo, es fundamental asegurarse de que no sean ultraprocesadas e idealmente que se elaboren en casa con ingredientes simples, como avena y agua o almendras y agua. No obstante, la doctora aclara que “no aportan el mismo calcio que un vaso de leche” por lo que habitualmente es necesario suplementar.

Finalmente la decisión sobre consumir o no lácteos debe ser individual. “Si no tienes ninguna molestia, enfermedad, patología o intolerancia secundaria al consumo de lácteos, puedes seguir obteniendo el calcio y las proteínas de alto valor biológico que aportan. Eso sí, es importante que elijas un tipo de leche que no sea ultraprocesado, ya sea descremada o no. Por eso insisto en que esto es muy individual y hay que evaluar los requerimientos de cada persona”, recalcó la especialista.

Por: Rayén Sepúlveda