Anticonceptivos orales: entre la supervisión médica y la autonomía femenina
El uso de pastillas anticonceptivas sin control médico podría acarrear graves consecuencias para la salud, advierte el Dr. Hugo Salinas, ginecólogo obstetra de nuestro Hospital. La discusión sobre su venta libre reabre preguntas sobre seguridad, seguimiento y educación sanitaria.
La posibilidad de que las pastillas anticonceptivas se vendan sin receta médica vuelve a instalarse en el debate público. La idea, impulsada por razones de acceso y autonomía, ha generado opiniones divididas en el mundo médico. ¿Es seguro usar estos fármacos sin evaluación previa? Para el Dr. Hugo Salinas, no debería ser una opción.
“Cuando uno habla de anticonceptivos mete bajo esta denominación preparados hormonales que son muy diferentes entre sí. Algunos solamente tienen progesterona, otros tienen una mezcla de progesterona y estrógeno. Entonces, para poder recetarla libremente, uno necesita ver que la persona esté apta para recibir los anticonceptivos y qué anticonceptivo va a funcionar mejor con su organismo y así, evitar riesgos importantes que pueden ser muy contraproducentes”, advirtió el especialista.
Entre los efectos adversos más serios del uso inadecuado de anticonceptivos hormonales está la trombosis. Fenómenos como coágulos en las piernas o incluso tromboembolismo pulmonar, potencialmente letal, pueden presentarse sin una adecuada evaluación previa.
“Los mayores riesgos son enfermedades cardiovasculares, fenómenos tromboembólicos o trombosis venosas periféricas, por ejemplo. Uno de los cuadros más complejos es el tromboembolismo pulmonar y eso es extremadamente grave, incluso puede llegar a la muerte, porque son coágulos de sangre que viajan a través del torrente sanguíneo y obstruyen una arteria en los pulmones, impidiendo que la sangre llegue a los pulmones para oxigenarse. Todo eso se puede evitar si se hace una historia médica acuciosa y se solicitan exámenes básicos antes de recetar”, explicó el Dr. Salinas.
Los controles previos recomendados incluyen hemograma, perfil hepático, bioquímico y pruebas tiroideas. Además, si existen antecedentes familiares de trombosis, puede ser necesario derivar a un hematólogo antes de iniciar el tratamiento. Aun así, el especialista recalcó la necesidad del seguimiento médico luego de recetar los anticonceptivos por primera vez, ya que “incluso con todos los exámenes hay riesgos que son muy difíciles de evaluar antes de que uno recete anticoncepción", señaló.
La preocupación médica no se limita sólo al primer control o al seguimiento por efectos secundarios, sino también al alza de la automedicación en anticonceptivos o al cambio de estos sin autorización médica. Según comentó el ginecólogo, “Muchas pacientes, una vez iniciado el tratamiento, no vuelven a realizarse chequeos ni actualizan su estado de salud, lo que puede significar problemas a futuro. Además hay muchas pacientes que reciben una buena indicación médica, pero luego cambian el anticonceptivo porque a la amiga le funcionó otro. Ese cambio sin supervisión también puede generar complicaciones más allá de la efectividad por embarazo: pueden aparecer los desequilibrios hormonales o como hablábamos antes, distintos riesgos cardiovasculares graves”.
Una de las claves está en diferenciar qué tipo de anticonceptivo se está usando. Aquellos sin estrógenos tienen menor riesgo trombótico, pero también una indicación más específica. Por eso, la evaluación en forma individual es clave. “El problema no está en quién prescribe, sino en que exista una evaluación médica adecuada. Lo ideal es la atención ginecológica, pero en la Atención Primaria de este país, la mayoría de las prescripciones de anticonceptivos las realizan médicos generales, lo que igualmente está bien mientras sea con los exámenes requeridos”, aclaró.
Respecto al tiempo de vigencia de la receta, explica que no es necesario renovarla mes a mes. “Teóricamente sí debiese ser renovada mes a mes, pero por temas de accesibilidad a estos medicamentos también hay categorías para poder repetir la receta. Por ejemplo, una vez que se hace la evaluación inicial y después de haber tomado todas las precauciones, se puede emitir una receta de permanencia por tres o seis meses. Las farmacias están habilitadas para recibir ese tipo de indicaciones”, concluyó el especialista.
Por: Rocío Cortez
Edición General: Fernanda Farfán
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