¿Cuáles son los primeros síntomas?
Cuando una persona se infecta de VIH aparece el síndrome viral agudo, que es caracterizado por fiebre, adenopatía y exantema (manchas en la piel muy tenues que duran de 2 a 3 semanas); el pick de inicio de los síntomas es alrededor de la tercera o cuarta semana después de la infección y se asemeja a una infección viral, pero más severa, con síntomas marcados, que dura entre 2 a 3 semanas.
Cuando el sistema inmunológico logra controlar dicha infección aguda, el virus queda latente en las células, los síntomas desaparecen, la persona se puede recuperar absolutamente y pensar que sólo fue un resfrío, pero años después (entre 2 a 8 años) comienzan a aparecer recién los síntomas de inmunodeficiencia, infecciones y neoplasias.
Tener una actividad sexual protegida, es decir, usar preservativo, ya sea femenino o masculino y preferir tener pareja única con serología conocida.
Para prevenir la transmisión de la madre al hijo durante el embarazo o el parto se les realiza a todas las embarazadas el test de VIH en el primer control del embarazo y con eso se asegura una primera serología. Si hay alguna condición de riesgo, como por ejemplo, mujeres en situación de calle, abuso sexual o violencia intrafamiliar se podría repetir el examen en el segundo trimestre del embarazo.
Si el resultado es positivo, se empieza inmediatamente con la terapia antirretroviral y con ello, se previene la transmisión de la madre al hijo. Además, se suspende la lactancia y se establece un protocolo de medicamentos que está bien especificado al momento del parto.
Para prevenir el contagio por drogas endovenosas se recomienda no compartir jeringas y utilizarlas nuevas.
Finalmente, otra forma de prevenir el VIH en sujetos que sean de riesgo, es el consumo de medicamentos, Profilaxis preexposición (PrEP) y Profilaxis posexposición (PEP). La PrEP utiliza un fármaco con dos medicamentos que se usan para el tratamiento del VIH y se toma en forma previa a una conducta sexual de riesgo y la PEP se consume una vez expuesto a la situación de riesgo, como por ejemplo, violencia o abuso sexual.
Se puede vivir con la infección por VIH porque cuando el paciente está en tratamiento crónico, el virus queda en forma latente, no causa inmunodeficiencia y, por lo tanto, se puede considerar una enfermedad crónica. Sin embargo, si el paciente tiene SIDA, es decir, tiene síntomas de la inmunodeficiencia y no está en tratamiento, el porcentaje de mortalidad es alto. Por eso es importante pesquisar a las personas infectadas en etapas precoces de la infección, es decir cuando todavía el virus no ha causado inmunodeficiencia porque una vez empezando el tratamiento se previene el progreso de la enfermedad y con eso el riesgo de mortalidad.
Si padezco VIH ¿Qué cuidados debo tener en mi vida diaria?
Se recomienda tener una vida normal, con la única consideración que se debe ir a consulta cada 4 ó 6 meses, dependiendo de los controles indicados por el médico tratante. El paciente debe tomarse los medicamentos todos los días, según lo indicado por su médico.
Otros cuidados básicos son los que se recomiendan a todo paciente con enfermedad crónica: tener una vida saludable, hacer deporte y no fumar. Los pacientes con VIH estén o no en tratamiento, tienen mayor riesgo cardiovascular y se debe evitar otros factores de riesgo, como el tabaquismo, la dislipidemia o la diabetes.