Resultado test radiológico
Hosp Clin Uiv Chile 2022; 33: 79-80
Daniel Rodríguez D.
En las imágenes se observa lesiones focales en el lóbulo derecho del hígado y en ambos lóbulos de la próstata, bien definidas, que presentan centro hipodenso sin realce con el contraste, asociadas a un borde periférico con realce. Las lesiones hepáticas presentan morfología anfractuosa y con algunos tabiques, mientras que las prostáticas tienen morfología redondeada y no son tabicadas. Estas lesiones corresponden a abscesos piógenos hepáticos y prostáticos.
Los abscesos son colecciones focales confinadas de material inflamatorio supurativo. Pueden ser causados por bacterias, parásitos, hongos o protozoos. Se puede considerar que tienen tres componentes(1): un núcleo central, que consta de células inflamatorias necróticas con tejido local; un halo periférico de neutrófilos viables y una “cápsula” que lo rodea, que consta de vasos sanguíneos dilatados y proliferación de fibroblastos.
En los países desarrollados, los abscesos bacterianos (piógenos) son los más comunes. En el hígado pueden ocurrir por diferentes rutas, como por ejemplo la diseminación hematógena (vena porta o arteria hepática), por diseminación biliar (colangitis ascendente o colecistitis) o por inoculación directa (trauma penetrante, contigüidad, iatrogenia). En la próstata, los abscesos generalmente son una complicación de la prostatitis.
Imagenológicamente, la sensibilidad de la tomografía computada (TC) con contraste para el diagnóstico del absceso hepático es de aproximadamente 97%(2). En la literatura, se han informado varias características y signos de imagen de los abscesos. El hallazgo más común en la TC con contraste es una masa redonda bien definida, de baja atenuación, con un borde periférico con realce. Pueden manifestarse como una colección líquida unilocular (como en nuestro caso, en la próstata), una masa quística multilocular (como en nuestro caso, en el hígado), un proceso sólido (flegmonoso) o lesiones multifocales.
Una característica imagenológica comúnmente descrita en la literatura es el signo de la doble diana (en inglés: “double target sign”), evidenciada en la tomografía computada con contraste, que consiste en un área líquida central hipodensa, que es rodeada por un anillo (capa) interno hiperdenso y un anillo interno hipodenso (como lo visualizado en los cortes seleccionados del absceso hepático)(2). En la resonancia magnética, los abscesos comúnmente muestran el centro con señal hipointensa en la secuencia en ponderación T1 e hiperintensa en la T2, pero éstas pueden variar, dependiendo del contenido proteico(2). En la secuencia en ponderación T2, el anillo periférico tiene una capa interna isohipointensa y una capa externa hiperintensa(2). En las secuencias contrastadas, se comporta de forma similar a la tomografía computada. Otra característica generalmente visualizada en la resonancia magnética es la hiperintensidad en la secuencia ponderada en difusión (DWI) e hipointensidad en el mapa de coeficiente de difusión aparente (ADC)(2).
Dentro de los diagnósticos diferenciales, cabe mencionar la neoplasia con componente necrótico o neoplasia quística, dentro de los más importantes.

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REFERENCIAS
1. Vinay Kumar, Abul Abbas, Jon Aster. Robbins and Cotran Patología Estructural y Funcional. 9ª Ed.
2. Bächler P, Baladron MJ, Menias C, Beddings I, Loch R, Zalaquett E, Vargas M, Connolly S, Bhalla S, Huete Á. Multimodality imaging of liver infections: differential diagnosis and potential pitfalls. Radiographics 2016 Jul-Aug;36(4):1001-23. doi: 10.1148/rg.2016150196.